Versos Universitarios SXX-SXXI

Bienvenidos al espacio virtual del grupo literario UNIVERSOS en este nuevo siglo, el cual dará a conocer nuestra producción del siglo pasado y tratara ahora de promover la divulgación de nuestra producción actual, invitando a las y los jóvenes universitarios que deseen dar a conocer lo suyo más allá de estrictos controles académicos, a que nos visiten y dejen sus comentarios e interés de publicar en este espacio virtual y en cuanto nos sea posible nos comunicaremos con ustedes.

ESCRITOS DE RAFAEL BENAVENTE Y SAAVEDRA


RAFAEL BENAVENTE SAAVEDRA – 1970.
Nada queda después de un poema, ni el perfume de la sombra, ni la marca de la pluma.





NOCTURNO ENFURECIDO

Tengo una sed de millones de años en tu boca,
irredento, sangre de crepúsculos vacios, Lilith,
lino vestido en princesa, antaño Diosa,
he descendido la barca al mar que me decías
y naufragué en el remolino de tu danza,

preciosa como la luna, aúllan los lobos del horizonte
en la huella imprecisa del tiempo que se mezcla
como el viento, dermis de musgo sollozante,
de palpito de arena, piedra limitada del cincel de Dios,

pasa como quieras, si es en marzo o abril ardiente,
pasa como la sombra proyectada frente al espejo,
rumor de niebla o estrepitoso relámpago, cegada
por los perfumes, adormecida por la noche,

cuelga de tu cuello las pendientes joyas del abismo,
el fulgor de fuego de tus manos, arde de vientre alumbrado
meteoro que destruye el aliento de las campanas,

ni nación ni templo te acompañan, fugitiva,
olvidada quedaste babilónica forma, metafísica,
mármol recorrido en las multitudes de los museos,
ahí habitas, ahí contemplas  millones de años después de ti.



SENCILLO

Yo te amo sencillo,
sencillo como cuando amanece,
como los atardeceres sencillos
bajo el cielo azul,
y quiero darte en los besos
la huella del silencio que te busca
hábitat en mis poemas.

quiero dejarte una multitud de mariposas,
de esmeraldas vivas, de refugios inertes,
de ensueños que amanecen, de brisa,
de frutas en el balcón palpitante
de tu pecho donde duerme la luna,

he de verte en la hierba que te conoce
y se desnuda al altar de tus pies
donde la tierra te adora y muerde y sufre;
yo volví a las noches donde muere el viento,
sofocado de los pies a la cabeza
como una hoguera, como chispa
apresurada de encuentro,

vivo un exilio que me dibujé en sueños
lejos del bullicio de los templos, de los relámpagos,
del murmurar de los sepulcros que me miran,
creo que huelo a total desequilibrio
de espuma y Old Spice, a taza de café,
a despertar…
cada camino de mis manos te conoce,
Gólgota de lluvia y aluminio hiriente,
polvo de las mañanas  desconocidas.

Yo sólo quiero vivir en ti,
así, como te dije,
como te sueño, como te escribo mis cartas
bajo la luz apenas de las lámparas sencillas.



TU BOCA
                                    
A: d.c.c.c.

Mujer.  Hechicera y princesa
la fulgurante rosa
del amor que me apresa
en las alas celestes de una mariposa.

Se que en tu boca aún, escondido,
presuroso el amor guarda preso
como el jardín de un Edén perdido
la verdadera dulzura de un beso.

Yo en loco arrebato robártelo quisiera
entre los brazos de la noche, en tu cintura,
y en el resguardo de tu piel en primavera

ya con el delirio de tus labios de dulzura,
en el último aliento de mi vida, que era
conviértase tu boca en mi eterna sepultura.

LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA

En estos ojos abiertos para nadie
tampoco es preciso mirar al vacío.

Vaya a saber en donde quedará
el furor indeleble de tu perfume,
el color de tus ojos que cuelga en los retratos,
un lunar, una sombra.

Todas estas puertas abiertas
tienen el rumor de un laberinto,
entre que oscilaciones se perderá
la fugaz presencia de tus manos,
el audaz rincón de tus noches,
tu hebra sedosa,
el preciso momento de tu distancia, tu saliva.

Nada quedará exento de tanta presencia, ni el silencio,
ni la premura de un café, ni un cigarrillo.

-Todo es un andar entre cenizas, 
un olor a humo entre los dedos-.

Pero cuando caiga la noche,
y pase desapercibida la sombra de los muros pintados
y el rastro de lo que da la ausencia,
será  necesario dar un paseo por las avenidas
tratando de tomar tu mano,
tu rastro persistente en mi memoria.

Enero 2001.

CC

Mi amor es vertical
como las agujas en los alfileteros

Talvez tus ojos
son esa pequeña soledad
que vive en mis poemas.

O quizá tu boca
sea un suave tatuaje
de madreselvas.

Lo que si te puedo asegurar
es que tus manos me habitan
y que puedo sentir tus pasos
y el tacto de tu piel en mi sombra;
pero lo tuyo es un abandono total,
una canción de abandono,
porque cuando cae la noche solo soy una sombra herida
que busca alcanzar tu amor en redondez,
tu miel inmensa derrotada en saliva y besos,
un abandono igual como despedirse en un café
bajo la presencia tenaz del minutero,
un vuelo arrebatado de manos
trasegando un adiós en el viento.

Si, es una canción de abandono y cuando amanezca,
no te levantes sobresaltada buscándome,
para entonces, te irás dando cuenta, que poco a poco
me he ido marchando de los retratos
y que sólo soy un espacio vacío
al otro lado de una ventana.